Dice el refrán que mujer alunarada, mujer afortunada. No sabemos si el dicho funciona igual con los hombres. El que los lunares sean o no un símbolo de fortuna no lo sabemos a ciencia cierta y no creo que haya pruebas que lo demuestren más allá de las preferencias de cada uno por tenerlos o no. Pero de lo que sí tenemos pruebas, pruebas muy sólidas, es de que la piel con lunares hay que cuidarla de una manera especial. Dicen los expertos que quienes tienen muchos lunares, entendiendo por muchos más de cincuenta, tienen un mayor riesgo de problemas de piel y de desarrollar un cáncer en alguno de ellos.

Los lunares no tienen porqué ser un problema siempre que estén bien, pero si cambia su forma, si pican, si crecen de manera anormal… quizás estén degenerando en un problema serio que podría llegar a ser un cáncer de piel. Por eso, es muy importante acudir cada cierto tiempo al dermatologo a que revise la piel, incluso si no hemos notado nada raro y, por supuesto, ir siempre que nos parezca que hay algo sospechoso.

Como a veces es complicado vigilar los lunares que están en zonas que nos quedan poco accesibles a la vista, como la espalda, es bueno que nuestra pareja o un familiar nos los revise cada cierto tiempo. Siempre la misma persona para que pueda darse cuenta en el caso de que haya cambios.

Dado que los lunares corren el riesgo de acabar convirtiéndose en “malos”, como popularmente se les llama a los que degeneran en melanomas, hay que cuidar mucho la piel alunarada. Y para ello, el primer paso es protegerla del sol. Hay que usar crema solar siempre que se exponga la piel al sol y no solo durante las vistas a la playa o a la piscina. Cuando caminamos por la calle en un día soleado, los rayos estarán incidiendo en la piel y es fundamental protegerla.

En el caso del rostro, es muy importante protegerlo siempre, sea verano o invierno, ya que el sol de invierno también acumula sus radiaciones negativas en la piel. Para esto juegan un papel muy importante las cremas hidratantes con factor de protección treinta o superior. Estas cremas las hay de muchos tipos, con y sin color y aptas para pieles secas y grasas. Incluso las hay pensadas para la piel de la mujer y del hombre.