Cuando eres un adolescente nunca piensas en qué vas a ser de mayor, yo personalmente no lo hacía, en lo único que piensas es en divertirte y en pasarlo lo mejor posible con tu pandilla de amigos, y si por un casual pensabas en que serías, lo más normal es que de mayor ni tan siquiera te acercases a lo que habías pensado. Los que son buenos estudiantes lo tienen más fácil para conseguir el trabajo soñado o algo más parecido, pero los malos estudiantes, entre los que me encuentro, cuando conseguimos nuestro primer trabajo es raro que volvamos alguna vez a estudiar, por lo que conseguir el trabajo soñado se convierte casi en una quimera. Cuando consigues dinero por primera vez en tu primer trabajo no piensas en como domiciliar nomina sino que piensas en gastártelo lo antes posible, cosa bastante normal entre los jóvenes. Pero eso poco les dura y se dan cuenta de lo que cuesta ganar el dinero y lo poco que cuesta gastárselo en menos que canta un gallo. Con el tiempo aprenden a que la mejor manera de no gastarse todo el dinero de una tacada es tenerlo dentro del banco, así de esa forma, si no tienes el dinero encima no te lo gastas, por lo menos esa es mi forma de verlo y no todo el mundo tratamos igual al dinero.

 

En el colegio y en el instituto siempre te están preguntando qué quieres ser de mayor, y algunas personas lo tienen muy claro, pero mucha otra gente no lo teníamos claro en ese momento ni en ningún otro momento, por lo que casi todo el mundo tiene que amoldarse a trabajos que en realidad les disgustan profundamente, pero no tienen otro remedio ya que necesitan el dinero para poder vivir. Aunque casualmente, mucha gente que al principio odia el trabajo que tiene, con los años acaba adorándolo y termina por no poder vivir sin él, cosas de la vida.

 

Ya si has conseguido el trabajo soñado desde niño o no lo importante es conseguir que tu trabajo te guste aunque sea un poco, para poder trabajar más a gusto.