Los marcapáginas son algo más que un «utensilio que sirve para señalar una página, por lo general aquella donde se interrumpió la lectura de un libro», como recoge la RAE. Estos productos reciben una intensa demanda en la industria editorial por sus diversas ventajas asociadas (fidelización de clientes, aumento del brand awareness, etcétera) que justifican por qué los marcapáginas personalizados son tan demandados en truyol digital y otras firmas de impresión digital.

 

La personalización es uno de los grandes beneficios del marcapáginas, accesorio que puede fabricarse con infinitas formas, texturas y diseños, sin afectar al producto principal (novelas, manuales, enciclopedias, etcétera). Así, las librerías y editoriales pueden difundir su imagen y mensajes corporativos de forma similar a como se realizan en bolsas y materiales de packaging.

 

Además de adaptarse a las necesidades mercadotécnicas de la empresa, los marcapáginas prestan un buen servicio a sus destinatarios. Contrariamente a lo que sucede con los flyers y las tarjetas de presentación, por mencionar unos ejemplos básicos, el marcapáginas permite interrumpir la lectura y recordar la última página sin realizar dobleces en sus esquinas. Esta utilidad garantiza que, durante semanas e incluso meses, el consumidor mantenga en su campo de visión el logotipo, los colores, etcétera, de la empresa en cuestión.

 

Los marcapáginas se caracterizan también por su fácil distribución. Su diseño pequeño y ligero resulta simple de almacenar y de repartir entre los clientes, teniendo además un coste tan escaso que posibilita la realización de grandes pedidos, sin asumir una inversión desmedida.

 

Por lo general, las personas a las que va destinada un marcapáginas, son altamente receptivos a este tipo de productos. Los anuncios televisivos pueden ser ignorados; las cuñas de radio, silenciadas, y para eludir la cartelería promocional basta con girar la cabeza, pero los marcapáginas suelen ser bienvenidos, especialmente aquellos diseñados de forma creativa y adaptados a los gustos del destinatario (por ejemplo, los niños aceptarán de buena gana un marcapáginas basado en personajes animados).