Los padres de uno de mis amigos tienen un bar y muchas veces cuando quedo con mi amigo tengo que ir a recogerle albar y casi siempre tengo que esperar por él por culpa de sus padres que le hacen esperar por algunos proveedores que vienen cuando los padres de mi amigo se están echando la siesta después de comer. Sin ir más lejos esta semana que fui a buscarle al bar tuvimos que esperar por el distribuidor de rabas congeladas para hosteleria y como llovía bastante llegó con bastante tiempo de retraso, lo que nos hizo llegar tarde a un compromiso que teníamos esa tarde. Lo que yo no sabía era que las rabas eran los calamares fritos de siempre, por lo menos yo nunca los había conocido con ese nombre, aunque a lo mejor en otras partes de españa estén acostumbrados a llamarlos de ese modo, aunque yo siempre les he llamado y les llamaré calamares.

 

En ese bar es donde normalmente empezábamos las noches en los tiempos en los que todavía se podía salir por las noches y hoy en día hasta que nos vuelvan a dejar salir como lo hacíamos antes solamente vamos a tomar unos vinos a última hora de la tarde como hacen los señores mayores. Por eso espero que pronto todo este lío termine y que vuelva la ansiada normalidad a la que todos estábamos tan acostumbrados y que todos añoramos tanto. Por lo pronto parece que ya nos van a quitar la obligatoriedad de tener que usar la mascarilla por la calle, que es algo que la gran mayoría de la población ya estaba reclamando desde hace mucho tiempo y parecía que ese día nunca iba a llegar. Una semana es el tiempo que tendremos que esperar para volver a pasear por la calle sin sofocarse cada dos por tres. Pero que los políticos no se engañen a sí mismos creyendo que la gente no ve cuales son sus intenciones con este gesto, porque si lo vemos.

 

Bueno, sea como sea espero que pronto podamos volver al bar de noche como siempre hacíamos.