¿Dónde compro los muebles de los niños?
Cuando toca comprar muebles para los más pequeños de la casa hay varias alternativas. La tradicional es acudir a una tienda física y comenzar a ver qué es lo que tienen. Si los niños tienen ya una edad para opinar querrán ir y ver los muebles, lo que hará que cada visita a una tienda sea una verdadera odisea. En algunos casos se enamorarán de lo primero que vean y no querrán saber nada más de otras cosas, o se cansarán a media tarde y querrán irse a merendar.
Al final, tocará ir varios días a ver muebles, perdiendo un maravilloso tiempo que bien podría ser empleado en otras cosas. ¿Por qué no aprovechar mejor el tiempo comprando Muebles para niños online? Es mucho más fácil y también mucho más entretenido.
La primera fase es la de selección por parte de los padres. Se puede aprovechar cualquier momento, cuando los niños juegan o ya están durmiendo para echar un vistazo a ver qué se ofrece en las tiendas online. Se puede hacer una selección con cuatro o cinco modelos que nos gusten y que reúnan todas las cualidades que buscamos en un mueble para niños: resistente, con capacidad de almacenamiento, con las medidas oportunas y a un buen precio.
Hecho esto, llega el momento de involucrar a los peques en la decisión. Los niños no son capaces de centrarse en una gran cantidad de modelos, con un máximo de cinco opciones tendrán más que de sobra. Verán cosas diferentes, podrán opinar sobre qué les gusta y sentirán que su opinión es valorada y tenida en cuenta. Esto les dará seguridad en sí mismos.
Incluso se les puede explicar qué ventajas pueden tener con un modelo o con otro, como más espacio para colgar la ropa o mayor sitio para sus cosas del colegio. Así, aprenderán que las decisiones no se basan exclusivamente en el aspecto de un mueble, sino también en lo que se puede hacer con el mismo y lo útil que llega a resultar.
En menos de una hora la decisión estará tomada y se podrá encargar el mueble. Cuando llegue a casa, disfrutarán de lo que ellos mismos han escogido y se sentirán responsables y protagonistas de su habitación. Y sin perder ninguna tarde libre en recorrer mueblerías en las que los pequeños acabarán sobreestimulados y sin ser capaces de tomar buenas decisiones.