Ventajas e inconvenientes de los termos eléctricos
Los termos eléctricos estuvieron muy de moda hace una década, cuando los recibos de la luz eran mucho más bajos que ahora y existían las tarifas nocturnas que permitían tener también la calefacción eléctrica, evitando así tener más suministros que uno en el hogar. Pero con el encarecimiento de la luz se comenzaron a imponer otros sistemas, normalmente el de gas ciudad, que tienen sus ventajas e inconvenientes también.
No obstante, todavía hay muchas personas que buscan reparar termo eléctrico en Cambados o comprar uno nuevo porque siguen teniendo ciertas ventajas que no tienen otro tipo de sistemas. Para empezar, los termos eléctricos pueden ser la única opción en lugares en los que no hay gas ciudad. El butano, que sería la otra opción que suele utilizarse, no es la más cómoda ya que obliga a desplazarse para comprar las bombonas y estar pendientes de cuándo se están a punto de terminar para no quedarse sin gas y sin agua caliente. Incluso en los lugares en los que hay reparto a domicilio, este suele estar limitado a ciertos días.
Otra de la ventaja de los termos eléctricos es que permiten controlar mejor el consumo de agua cuando hay hijos adolescentes. Muchos chavales se meten en la ducha y se olvidan de que hay que salir. Y esto supone un gasto enorme de agua y de gas. Pero con el termo eléctrico tienen obligatoriamente que limitar el tiempo que pasan bajo el agua ya que cuando se acabe el agua caliente, no podrán continuar la ducha hasta que vuelva a llenarse y calentarse el depósito.
Los inconvenientes también son claros, si no se respetan escrupulosamente los límites en el uso del agua y el termo no es muy grande, se puede uno quedar sin agua disponible cuando hace falta, por lo que no es el mejor sistema cuando son muchas personas en la familia.
Otro de los inconvenientes, además del precio, es que los termos necesitan de un pequeño mantenimiento para estar en buen estado, sobre todo cuando están situados en el exterior. En estos casos, lo mejor es tener una persona de mano que lo revise al menos una vez al año. También es cierto que cualquier caldera necesita de un mantenimiento.
Por último, el inconveniente más grande es el espacio, ya que el termo necesita de un espacio para colocarse que será mayor cuanto mayor sea el termo que precisamos.