1. Visita varios supermercados… online. Seguro que más de una vez tu madre o tu abuela te ha dicho eso de que hay que visitar varias tiendas para hacer la comparar precios antes de hacer la compra. Pero claro, ¿quién tiene tiempo para eso? Una buena manera de ahorrar en el total de la compra es usando las tiendas online de los supermercados.

Haz la misma compra en los más importantes y económicos que conoces y mira en cuál te sale más barata. Así, podrás ir a comprar a ese establecimiento en persona, si eres de los que prefieren elegir los productos personalmente o darle al botón de comprar online.

2. Compra en páginas especializadas en determinados productos. Hay tiendas en internet especializadas en diferentes productos en los que se pueden conseguir esos caprichos que todos tenemos al mejor precio. Por ejemplo, busca una tienda de quesos de vaca baratos y compra para todo el mes ahorrando respecto a comprar tablas de queso en una tienda gourmet. Te sorprenderán las opciones de quesos que puedes encontrar a excelentes precios.
3. Aprovecha puntos, descuentos y tarjetas de cliente. Muchos supermercados dan puntos por las compras que se traducen en cheques descuento y promociones. No te olvides de pedir todas las tarjetas de puntos gratis y pasarlas en tus compras. Puede parecer poca cosa, pero puedes llegar a ahorrar mucho dinero si las empleas bien.

Algunas te permiten descuentos cuando compras productos en promoción, pero en lugar de aplicarse, se suman en tu cuenta pudiendo descontarlos la siguiente vez que vas a comprar. Junta todos los puntos que puedas y a fin de mes tendrás compras gratis.

4. Marcas blancas, ¿por qué no? Las marcas blancas ya no crean tanta desconfianza como al principio. Ahora todos sabemos que pueden tener exactamente la misma calidad que el resto, solo que nos ahorraremos dinero.

Ahorra con las marcas blancas y compra de marca solo aquellos productos que de verdad supongan una diferencia. Si lo haces con la mayoría de tu carrito de la compra notarás un gran ahorro al acabar el mes.

5. Planifica los menús. Si no improvisas las comidas y planificas bien toda la semana, te evitarás tirar comida que se estropee y podrás ajustar los menús a las ofertas que hay en el supermercado en cada momento para ahorrar todos los días.