Lasaña de mejillones en escabeche
La lasaña es un plato delicioso que acepta prácticamente cualquier ingrediente. Realizar lasañas originales no es complicado, solo requiere un poco de imaginación y darle un toque novedoso a una receta clásica. En este caso, vamos a tomar la receta de la lasaña de atún y darle ese aire diferente utilizando una Conserva mejillones fritos en escabeche.
Necesitarás planchas para lasaña que puedes comprar ya hechas. Hay quien fabrica la pasta en casa, pero lo habitual es comprar planchas secas e hidratarlas con agua. Las cantidades dependerán de la cantidad de lasaña que quieras hacer.
También precisas de un sofrito de tomate y cebolla que puedes hacer fácilmente en la sartén. Usa cebolla picada, pimiento, un poco de ajo y tomate triturado. Puedes añadir una pastilla de caldo concentrado si quieres un sabor más intenso. También puedes añadir otras verduras como la zanahoria o el calabacín según gustos. Si a tus hijos no les gusta encontrar verduras en la lasaña, solo tendrás que pasar el sofrito por la batidora una vez hecho. Una vez cocinado ponlo en un cuenco.
La bechamel resulta muy sencilla de hacer si cuentas con un robot de cocina. Hay quién tiene mucha mano para hacerla en la sartén. Realmente, es una receta sencilla porque solo necesitas leche, harina y sal. Pero si no tienes ganas de hacerla o eres de esas personas a las que siempre les sale espesa o excesivamente suelta, puedes comprarla hecha. Hoy hay bechamel en tetrabrik que sabe idéntica a la casera.
Abre el atún de lata y la conserva de mejillones y pásalos por la batidora o por la picadora. Añádelos al sofrito y revuelve bien. Para espesar la mezcla puedes añadir un par de cucharadas de bechamel.
Monta la lasaña en una fuente alternando las capas de pasta con las de sofrito. Puedes intercalar una capa con jamón york y queso y otra con sofrito si quieres una versión más cremosa y suave. Para finalizar, cubre la mezcla con la bechamel y espolvorea queso rallado por encima. Mete la lasaña al horno aproximadamente a 200 grados. El tiempo dependerá del tamaño de la lasaña, pero una media hora suele ser suficiente ya que el relleno está cocinado previamente.
Cuando saques la lasaña del horno, bien caliente, añade un poco de queso en polvo que se funda al momento. Esto le dará un sabor todavía más intenso y delicioso.