Previamente a la Instalación de puertas de seguridad en Vigo, es importante elegirlas con acierto, a fin de evitar productos sin homologación nacional, con los riesgos que ello supone.

Para identificar las puertas homologadas, debe buscarse el siguiente distintivo de la Asociación Española de Normalización y Certificación: UNE 85160:2013. Esta etiqueta avala la capacidad de la puerta para proteger de ataques violentos con instrumental eléctrico y mecánico.

Esta norma se concede solo a aquellas puertas de seguridad que reúnen una serie de requisitos mínimos de resistencia y protección. A diferencia de las puertas convencionales, las etiquetadas con la norma UNE 85160:2013 soportan las técnicas de forzamiento más sofisticadas.

En concreto, este dispositivo de seguridad ha demostrado una tolerancia elevada al ganzuamiento, el copiado de llaves o impresioning y el famoso bumping, cuyo uso en allanamientos se ha disparado durante la útima década. Además, esta normativa es flexible en cuanto a la integración y uso de sensores y otros sistemas electrónicos destinados a detectar y alertar contra intentos de agresión.

Con la UNE 85160:2013, se consolidan décadas de certificación y estandarización de la calidad en materia de protección doméstica y empresarial. La iniciativa comenzó con la norma UNE EN 1627:2000 a fines del siglo XX. Hasta entonces, el concepto de puerta de seguridad era difuso, y englobaba cualquier unidad con revestimiento de paneles de hierro.

Así, las puertas reguladas con esta norma nacional son una inversión en tranquilidad y protección. Además de blindar la seguridad de hogares y comercios, proporcionan otros beneficios reseñables. En primer lugar, alargan la vida útil de la edificación, al reducir las necesidades del mantenimiento.

También elevan el aislamiento térmico y acústico de viviendas, con lo que disminuyen el ruido y la dependencia energética, toda una ventaja en áreas densamente pobladas. Indirectamente, contribuyen a mantener el equilibrio y bienestar térmicos.