Si estás pensando renovar tus seguros, tal vez te preguntes con quién merece la pena contratar. Hay varias opciones que podemos estudiar y todas tienen sus pros y sus contras, por lo que no hay una buena y otra que no lo es, sino que hay que buscar la que mejor se adapte a tu caso.

Una de las formas de contratar los seguros es a través del banco. En los últimos años las oficinas bancarias se han convertido en corredurías de seguros y los trabajadores de las sucursales siempre están ofreciendo pólizas de todo tipo. A favor de contratar con el banco está que te pueden permitir pagar las cuotas en plazos mensuales. Normalmente, suman el total de tus seguros y te hacen una rebaja de modo que cuantos más contrates, mejor te salen. Y si tienes una hipoteca, puedes tener ventajas y conseguir rebajar los intereses. En contra de esta opción está que cada banco suele trabajar con una aseguradora y no puedes elegir qué compañía quieres.

Otra de las maneras de contratar seguros es a través de un corredor. Es el método tradicional, vas a una correduría de seguros y ellos miran las opciones que tienes y te aconsejan qué contratar para estar bien cubierto al mejor precio. Tienen la ventaja de que si confías en tu corredor, no tendrás que estar peleándote todos los años con tus compañías de seguros, él debería de hacer eso por ti y conseguirte siempre los mejores precios. Pero tiene en su contra que muchos corredores no hacen estos, se limitan a buscar mejores precios solo cuando les dices que te quieres ir porque pagas demasiado y que, además, en ocasiones estarás pagando de forma encubierta la comisión del corredor.

Por último, está la de contratar por tu cuenta los seguros que quieras. Si necesitas un seguro de salud, puedes ir a la web de adeslas contratar lo que quieras y hacer lo mismo con el seguro del coche o de tu vivienda. A favor de esta opción está que puedes estudiar de manera detallada las opciones del mercado y quedarte con lo que realmente te interesa. En contra, está que cada año vas a tener que realizar este estudio para asegurarte de que tienes el mejor precio. Seguramente, te toque pelearte con las compañías un par de meses antes de renovar para que no suban el precio o cambiarte para lograr la rebaja.