Hace ya unos años fueron una pareja de amigos de visita a Granada a ver a una amiga nuestra que en aquella época era profesora en la universidad de Granada. Allí no es que estuviesen demasiado tiempo porque en esas vacaciones no solamente iban a visitar a esta amiga nuestra sino que días después iban a recorrerse todo el país para ir al país vasco a ver a unos familiares de su pueblo a los que normalmente solo ven en los veranos cuando pueden venir al pueblo. Por lo que me contaron sobre Granada todo era bueno salvo encontrar donde dejar el coche, que al final no les quedó más remedio que tener que dejar el coche en un parking Granada en el que por lo menos aseguraban que no les entrasen a robar en el coche. Aunque no estuvieron demasiados días en Granada les maravilló la visita y aunque nunca han vuelto siempre hablan sobre la posibilidad de ir algún año de vacaciones allí, aunque por temas de trabajo es raro que ambos estén libres en las mismas fechas del verano. Y tener el barco no ayuda a alejarse de nuestra ciudad en verano. Este año incluso al barco hemos ido pocas veces ya fuese porque el tiempo no acompañaba o por que mi amigo tenía que quedarse en el trabajo a hacer horas extras, y tal y como estaban los precios de los carburantes durante este verano casi mejor haber salido pocas veces con el barco. A ver si el año que viene tenemos un poco más de suerte con el tiempo y podemos salir más con el barco, ya que es una actividad que nos gusta mucho a la par de relajarnos. Este otoño hemos dejado el barco en un sitio diferente y por lo que nos han dicho parece que nos van a echar una mano para arreglar el motor que es lo que nos está dando unos pequeños problemas últimamente, parece que no refrigera bien porque no sale mucha agua del tubo de la refrigeración y debería de salir un buen chorro.