Estaba esperando una cita con el traumatólogo cuando me puse a leer un folleto informativo que tenía a mano sobre medicina estética dirigido a hombres. Me llamó la atención porque esa clase de servicios estéticos suelen dirigirse a mujeres porque se supone que son las personas que más hacen uso de ella. Pero en el folleto se hacía hincapié en que había llegado el momento de una medicina estética específica para hombres. Y me pareció correcto.

Precisamente estaba en el traumatólogo porque me había caído de la bicicleta y estaban barajando si podía tener una dolencia más complicada que el simple golpe. Me gusta el deporte, me gusta comer sano y me gusta lucir mi cuerpo. Soy muy presumido y estoy de acuerdo en que el cuidado estético no debe ser patrimonio exclusivo de la mujer. Y así fue como me empecé a interesar por la lipoescultura. Porque también existen liposucciones para hombres, por supuesto.

Como digo, soy muy presumido, y me gusta lucir cuerpo, pero los años no pasan en balde. Tengo una edad y no se puede decir que tenga la barriga de Cristiano Ronaldo. Sé que es imposible tenerla, pero tal vez podría hacer algo más para mejorarla. Voy mucho al gimnasio pero, con todo, la grasa sigue presente en algunas zonas. Así que me decidí a acudir al departamento de medicina estética del centro para indagar un poco más.

La lipoescultura de abdomen es una opción muy interesante para hombres de mi edad, mi estilo de vida y mi constitución física. Así, al menos, me lo aseguraron en la clínica tras analizar mi caso. Les dije que estaba interesado en moldear mejor mi abdomen pero que con el gimnasio no lograba todos los resultados que quería.

Me aseguraron que, sin duda, una liposucción de abdomen sería un buen complemento para mí. Se basaban especialmente en mi compromiso con la alimentación sana y el ejercicio físico. Una persona que se cuida es la que más rápidamente nota los efectos de una operación estética de este tipo. Así que me convencieron: lo haré, ¿por qué no?