¿Sabes cuál es el origen de los polos?
Seguramente en tu lista de regalos para esta Navidad hayas incluido una nota que te recuerde Comprar Polos Polo hombre. Los polos se han convertido en una de las prendas de vestir más usada por los hombres de todas las edades ya que les permiten tener una imagen cuidada a la parque informal y juvenil. Son perfectos para ir al trabajo todos los días si no se requiere camisa y traje y también lo son para tomar algo con los amigos o incluso para ir a cenar con la pareja en plan informal.
Aunque en principio eran una prenda más típica del verano, hoy es fácil encontrar polos de manga larga para llevar en diferentes épocas del año y son unos perfectos sustitutos de las camisetas, que se consideran mucho más informales y sport y que no resultan adecuadas para algunas ocasiones. Los polos son tan versátiles que pueden combinarse un día con americana y pantalón de tela y al siguiente con unos vaqueros y una cazadora.
Pero ¿cuál es el origen de esta prenda? Pues como su nombre indica está íntimamente asociada al deporte del polo. A finales del siglo XIX, los ingleses que jugaban a este deporte sobre todo en la India usaban camisetas de algodón de manga larga. Pero estas se movían mucho durante el juego, especialmente en la zona del cuello y no les parecía que esto fuera elegante.
Para que la camiseta quedara en su lugar durante todo el juego y tuviera un aspecto más acorde con sus gustos refinados, decidieron añadirle el cuello y los botones, creando esta prenda que hoy es tan popular entre todos los hombres e incluso también en sus versiones para mujeres.
Tras ser llevada a América por los jugadores de polo, la prenda comenzó a volverse cada vez más popular y comenzó a venderse también entre personas que no practicaban necesariamente este deporte. Pero a los grandes niveles, como más popular se hizo el polo, fue con su introducción en el mundo del tenis para sustituir a las prendas que se utilizaban hasta ese momento y que incluso obligaban a llevar corbata a los jugadores, dificultándoles mucho el movimiento.
El polo se convirtió así en un referente de elegancia en el mundo del deporte, ya que permitía la libertad de movimientos de una camiseta, pero manteniendo una imagen cuidada y de ahí pasó a los armarios de todos los hombres y, posteriormente, también de las mujeres.